Las vacaciones de este verano, post-COVID-19, serán las más recordadas de nuestra vida.
Incluso en el supuesto de que no podamos disfrutarlas plenamente, o a pesar de que, en el otro extremo, estemos obligados a disfrutarlas demasiado, la oportunidad la tenemos aquí delante.
Y es más: la tenemos junto a casa.
El turismo de esta temporada turística tiene un color, un olor y un cielo: el de casa, el mar de la Costa Brava, el mar mediterráneo. Y la proximidad, más que nunca, es bienvenida y nos hará saborear nuestros destinos turísticos como no solíamos hacerlo antes.
La compleja situación sanitaria ha trastornado el listado de prioridades y valores y nos ha hecho replantear muchos de las costumbres que tenemos como sociedad.
¿Conocemos bastante bien todo el entorno que nos rodea?
¿Somos lo suficientemente respetuosos y coherentes en nuestras compras?
¿Qué valor le damos al concepto “local” después de dos meses conviviendo puerta por puerta?
Los vecinos, los comercios de proximidad, los espacios naturales que antes los veíamos de paso… ¿cómo los ves ahora?
Esta temporada, además de extraña y complicada para la gran mayoría, nos tiene que servir de oportunidad. Para buscar el bienestar, no solo en los placeres efímeros de las vacaciones lejanas, sino en el bienestar permanente tanto en casa como en nuestras escapadas –ahora cerca de nuestro entorno-.
Tenemos el gran privilegio de vivir y conocer la Costa Brava. Y nos gustaría que te sintieras como casa. Que la hicieras tuya, que la compartieras con quién amas, con el mayor respeto y confianza del mundo.
Equip Finques Cel Blau
COSTA BRAVA
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