Piso bien arreglado, piso fácilmente alquilado
La opción de alquilar una segunda vivienda es cada vez más recurrente. Y también es muy habitual que ante la situación de poner la vivienda en alquiler por primera vez el propietario no sepa muy bien cómo debe dejar su vivienda para que se alquile con facilidad. En este artículo os damos algunos consejos que os ayudarán a que este trámite se formalice con la mayor rapidez posible.
1. Atiende a los pequeños detalles
Para causar una buena impresión en los futuros inquilinos, es muy importante que el piso esté en perfectas condiciones. Es el momento de reparar esos pequeños detalles a los que la rutina no te permitía prestar atención: zócalos inacabados, grifos rotos, cristales agrietados, etc.
2. Una mano de pintura siempre es bienvenida
Si te lo puedes permitir, es muy recomendable que pintes el piso, y te recomendamos que lo hagas de color blanco. Una nueva capa de pintura da luz y frescor a cualquier piso y el blanco es un color neutro, que le gusta a todo el mundo.
3. Espacios despejados para que vuele la imaginación
Para que tus futuros inquilinos se hagan suyo el espacio rápidamente y se imaginen viviendo su vida en él es importante que dejes en el piso sólo aquellas piezas de mobiliario esenciales en cada habitación y que retires todo lo demás.
4. El baño y la cocina son los puntos clave
Si el piso no es muy nuevo, el baño y la cocina acostumbran a ser los espacios más deteriorados por el paso del tiempo. Renovar algunos detalles puede ser muy efectivo y no hace falta una gran inversión. Cambiar los tiradores de los muebles, la cortina y la alcachofa de la ducha y renovar los utensilios de la cocina son algunos ejemplos de cambios pequeños pero muy efectivos.
5. ¡Adiós muebles viejos!
Los muebles viejos son de gran utilidad, pero no sirven como carta de presentación de un piso que se quiere alquilar. Existe una gran variedad de muebles que combinan líneas clásicas con estilo moderno y actual, que tienen un precio medio y que son un una gran solución para amueblar un piso de modo neutro y sin marcar un estilo determinado, que a lo mejor no es el de los futuros inquilinos.
6. Saca el fotógrafo que llevas dentro
Por último, nos gustaría hablar de las fotografías del piso. Es un aspecto que muchas veces no se tiene en cuenta pero que es de vital importancia para que los inquilinos lleguen a visitar el piso. Las fotografías deben ser claras, luminosas y que transmitan la sensación de espacios amplios y limpios.
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